La Equinácea: propiedades y beneficios para las defensas
Propiedades de la Equinácea: la planta de las defensas
La equinácea es un medicamento natural con excelentes propiedades que nos brinda la naturaleza.
Muchos de los estudios que se han realizado en los últimos años, apuntan a que el valor de esta planta trasciende a sus usos ornamentales.
Existen más de 20 especies de equinácea, de las cuales la variedad más conocida y usada es la purpurea. Debido a sus increíbles propiedades se puede aprovechar al 100%, desde la raíz hasta las flores.
Se ha demostrado que es uno de los mayores estimuladores de nuestro sistema inmune ayudándonos a acabar con los molestos catarros y gripes que, año tras año, el frío nos obliga a sufrir y los padecemos millones de personas.
De hecho, la equinácea principalmente se dio a conocer por su potente capacidad para acabar con los resfriados comunes y los dolores de garganta.
Éstos son algunos de los beneficios que nos proporciona esta maravillosa planta medicinal;
-Es una excelente ayuda para la piel, ya que nos protege de hongos, virus y bacterias (psoriasis y eccema)
-Potente desintoxicante (sobretodo sanguíneo)
-Acelera el proceso de cicatrización y regeneración de tejidos
-Antiinflamatorio
– Ayuda contra enfermedades infecciosas (respiratorias y urinarias)
-Reduce la fiebre
-Es un enemigo para la fatiga
¿Cómo aprovechas las propiedades de la Equinácea para prevenir resfriados?
La mayoría de las personas afirman que al mínimo síntoma (congestión nasal) acuden a la farmacia más cercana en busca de la solución habitual. Lo cual es bastante preocupante desde el punto de vista de abuso de medicamentos como el paracetamol. A la larga, este tipo de abuso puede llevar a una intoxicación del hígado.
La gripe es la causa de absentismo laboral y escolar más común entre la población y no es de extrañar ya que es de lo que más rápido se contagia en estos dos entornos. Eso conlleva a la preocupación en padres y madres, ya que tienen que estar pendientes de los pequeños de la casa.
Aquí es donde entra en juego los grandes beneficios de la equinácea. Esta no solamente ayuda a combatirla, sino a prevenirla fortaleciendo nuestro sistema inmune de manera sostenida y ayudando a subir las defensas.
Una de las formas más efectivas de aprovechar las propiedades de la equinácea son el Jarabe de Equinácea o los comprimidos, ya que internamente, es como mejor podemos aprovechar sus principios activos.
La equinácea también se sigue usando de forma tradicional en infusiones (té) y externamente en pomadas (heridas).
Los beneficios de la Equinácea
Contiene importantes antioxidantes, que ayudan a nuestro cuerpo de múltiples maneras, pero resumiendo en pocas palabras; la equinácea combate los radicales libres que producen el envejecimiento de nuestro organismo ayudando así a la correcta regeneración de nuestras células.
Además, muchos estudios afirman que las personas con una alimentación rica en vitaminas y antioxidantes, combaten con mayor éxito ciertas enfermedades, que aquellas personas que tienen éste déficit en su día a día.
También, como indicamos más arriba, la equinácea es un buen aliado contra la fatiga, que cada vez está más vista entre la población y a más temprana edad debido al estilo de vida ajetreado y estresante actual.
Te dejamos un fragmento del programa de RTVE «Aquí la Tierra» donde Juan nos cuenta más sobre la equinácea:
Cierto es, que nuestro sistema inmunológico no solo depende de aquello que ingerimos, sino que también hay que tener en cuenta nuestro entorno, el ejercicio físico, las horas de sueño, el estrés… Todo ello en conjunto influye en su rendimiento.
Recuerda que está en nuestras manos el cuidado de nuestro cuerpo, ya que por sí solo, ya hace un gran esfuerzo para hacer de escudo y protegernos de todo lo malo que a veces nos rodea y apenas prestamos atención.
Por ello, es importante tener en cuenta esa frase que a menudo oímos «somos lo que comemos» y así aportarnos nuestro propio granito de arena para cuidar más nuestra salud que, a fin de cuentas, hay que mimarla mucho más de lo que hacemos.
Y tú, ¿Mimas tu salud?
