La calidad tiene un precio

La calidad Nahrin tiene un precio

La calidad tiene un precio

El precio de la calidad

 

Aunque no tengo evidencias científicas, a simple vista no puedo creer que una crema de tratamiento facial con –supuestamente– las mismas características que otra cuesta, sin embargo, diez veces menos. Dejando a un lado a las marcas y su marketing, es un hecho constatado que para que un producto de tratamiento pueda salir al mercado necesita pasar por muchos requerimientos que no serían posibles sin recursos de investigación y desarrollo para lograr los dos objetivos esenciales de cualquier marca de belleza que se precie: Primero; principios activos efectivos de calidad y segundo; garantías de que el producto es seguro y fiable para (casi) todo tipo de pieles…

Las marcas que realmente buscan satisfacer un 100% a sus consumidoras tienen claro que han de invertir tiempo, investigación y por supuesto recursos económicos para poder ofrecer nuevas fórmulas que estén a la altura de las últimas tecnologías.

Laboratorio de nahrin

Por otra parte está la calidad de las materias primas, la concentración de éstas utilizada en las fórmulas y la infinidad de test necesarios para comprobar que estos ingredientes realmente funcionan y sin embargo son altamente tolerables e inocuos…Y aquí es donde se marca la diferencia; en apariencia un producto de marca blanca al lado de otro de marca conocida pueden resultar similares a la vista, -lo mismo que una copa de un buen vino al lado de otra de tetra-brick– y aunque el primero cumpla efectivamente con las normativas y sea completamente inocuo, (al fin y al cabo, qué daño puede hacer una emulsión de agua con aceites), el segundo implica que hay una marca garantizando y respondiendo por su contenido y su eficacia con nada más y nada menos que su propio prestigio.

 

El reto es mayor y el escenario aún más confuso si nos adentramos en el mundo de la cosmética natural donde es mucho más complejo elaborar fórmulas eficaces con principios activos a base de extractos naturales y plantas. Fórmulas que son lógicamente son mucho más delicadas, sufren mayor oxidación y están más expuestas al deterioro al no contener –idóneamente– conservantes artificiales. Estos extractos botánicos si son de calidad son extremadamente caros ya que cuestan muchísimo de conseguir.

Envasado seguro de productos nahrin

Las marcas además han de registrar y patentar sus fórmulas para evitar en la medida de lo posible las imitaciones y mantener sus “secretos” a salvo. A todo esto, además habría que sumar un packaging seguro y adecuado que en el caso de la cosmética natural también tiene mayor relevancia, ya que el producto debe preservarse al máximo del contacto con el exterior.

 

Lo ideal es que el balance precio/calidad sea el adecuado y en este sentido, el consumidor tiene la posibilidad de comprobar en la etiqueta los ingredientes y principios activos y desconfiar de fórmulas de baja calidad que por la misma razón pueden permitirse precios más bajos, pero que lógicamente van a ofrecerle escasos beneficios.

 

En nahrin se usan materias primas de alta calidad y la producción es controlada en todas fases por los organismos sanitarios Suizos, cumpliendo con todas las normativas de los países de destino de sus productos así como los controles exigidos por los organismos certificadores internacionales.

Igualmente, sus instalaciones cumplen con las más estrictas normas suizas en la materia, así como el cumplimiento de las normas de la Comunidad Europea y del resto de los países en los que se comercializa.

Control de calidad de productos nahrin

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